Tommaso Koch
Por
“muy muy lejana” que fuera aquella galaxia, lleva más de 30 años
seduciendo nuestro planeta. Seis películas, decenas de videojuegos y
libros, objetos de
merchandising a go-go, series de televisión,
una banda sonora celebérrima y un ejército de fans que acuden a todo
mitin disfrazados de soldados de asalto o de Wookie dan fe del éxito de
La guerra de las galaxias. En ese universo de naves espaciales y espadas láser,
un desconocido dentista italiano ha sabido encontrar su sitio bajo el sol. O más bien, vistos los resultados, bajo los dos soles de Tatooine.
Angelo Licata es el director de Dark Resurrection, filme amateur inspirado en el mundo de La guerra de las galaxias que ha arrasado en la Red.
“Quería rodar una película de ciencia ficción en Italia, donde es un
género casi desaparecido”, recuerda Licata. Corría el año 2004 y el
italiano no tenía la menor idea de cómo manejar una cámara. Un año y
medio y cientos de secuencias cortadas le enseñaron sin embargo el
oficio suficiente para, en otro año y medio, terminar el primer capítulo
de su obra. Gracias a un presupuesto de 7.000 euros,
Dark Resurrection volumen 1
se estrenaba en 2007. Los intérpretes, voluntarios, salían del entorno
de Licata. Para el protagonista, “a falta de Sean Connery”, el director
se conformó con Giuseppe Licata, es decir, su padre.
La trama del volumen 1 se empapa de la tradición del universo de
La guerra de las galaxias.
El maestro Sorran es expulsado del Consejo de los Jedi porque su
búsqueda obsesiva del templo de Eron, supuesta fuente de la Fuerza, se
está cobrando demasiadas vidas. Sorran se deja entonces engullir por el
Lado Oscuro y prosigue imparable hacia su objetivo; la joven
padawan
(aprendiz) Hope parece ser la única que pueda detenerle. Traición,
honor, amistad y muchos duelos tiñen de épica un filme mucho menos
amateur de lo que sus medios revelan.
“Rodábamos 14 horas al día, pero era muy entretenido, como unas
vacaciones. La posproducción en solitario ante el ordenador en cambio
era terrible”, cuenta Licata. Tanto que, una vez terminado el volumen 1,
se dejó corroer por las dudas. La Fuerza llegó entonces en forma de
centenares de mails que le felicitaban por el trabajo. La certeza de
contar con un equipo para el segundo rodaje fue la chispa que el volumen
0 necesitaba para arrancar.
A finales de 2009 Licata empezaba a rodar el segundo capítulo de su trilogía, aunque se trababa más bien de un prólogo.
Dark Resurrection volumen 0,
que se estrenó hace dos meses, cuenta porqué Sorran fue expulsado. Y lo
hace con otro presupuesto (27.000 euros), que se refleja en la
pantalla. “Llegamos a rodar una batalla con 200 extras. Parecía
El señor de los anillos”,
afirma el italiano. Los voluntarios llegaban de toda Italia, algunos
con un disfraz que se habían construido siguiendo las pautas de Licata:
“Veían el tráiler
online y nos preguntaban: ‘¿De dónde habéis robado esto?’. Cuando le explicábamos que era nuestro no se lo creían: ‘¡Pero si es como
La guerra de las galaxias!”.
De bastante más lejos, aunque no tanto como el remoto planeta
Dagobah, donde vive Yoda, llegaron financiaciones inesperadas para el
rodaje. “
Pusimos un anuncio en nuestra página web
y 400 personas, desde España, Japón, Estados Unidos y Australia, nos
enviaron dinero para contribuir. Algunos hasta mandaron 500 euros”, se
sorprende todavía Licata. Mucho más hará falta para
el capítulo final, el volumen 2.
“El guion es muy complicado, necesitamos unos 100.000 euros de
presupuesto. Empezaremos a rodar en cuanto contemos con al menos un
tercio, aunque de momento no tenemos nada”, detalla el director.
Entonces, y solo entonces, Licata intentará contactar con Mark
Hamill, el Luke Skywalker de la saga original, para un cameo. El
italiano recuerda aún las pesadillas que con 12 años le provocó la
secuencia tal vez más famosa de toda la saga.
“Luke, soy tu padre”, le decía Darth Vader al
jedi. Era en
El imperio contraataca,
segunda película de la serie, aunque la primera que vio Licata. “Para
mí es la mejor, aunque de niño me daba miedo y para divertirme más veía
El retorno del Jedi”, asegura.
Star Wars Dark Resurrection from
Darth Anonymous on
Vimeo.
Hace ya mucho que Licata no ve
La guerra de las galaxias,
pero sigue reconociendo su fascinación. “Habla de arquetipos. El
caballero humilde se convierte en el elegido y derrota al dragón.
Disfrazando estas metáforas de ciencia ficción George Lucas nos ha
engañado a todos”, resume el secreto de la saga Licata. Más allá de la
obvia influencia de la obra de Lucas ("me hizo amar el cine como
nadie"), el italiano ha tenido otra fuente de inspiración: “El videjuego
Star Wars Knigths of the old republic tiene una historia impresionante”.
Respecto a Lucas, y salvando las distancias, el italiano mantiene
“esa mística de la Fuerza” aunque retrata un “pasaje al lado oscuro más
sufrido, más paulatino. El de Anakin al final de la segunda trilogía me
parece demasiado repentino, poco creíble”. Habrá que ver cómo concluye
él su saga. Aunque faltan 100.000 euros. De momento, no es más que un
sueño muy muy lejano.