- "No se engañen: en salas o pantallas de televisión, ordenador o móvil, se consume más cine que nunca.
- Los jóvenes ruedan y sueñan: hablamos con las escuelas para ver cómo se forman los autores del mañana.
Puede vérseles en ciudades, pueblos, edificios abandonados y abarrotadas calles. Son jóvenes, y van armados: con cámaras, micrófonos, focos. Sí: aunque los más agoreros anuncien su muerte, es tiempo de cine. Quizá no tanto de salas abarrotadas y películas que satisfagan a los más exigentes críticos, pero sí de rodar y difundir historias.
Escuelas del mundo, uníos
La pasada semana Barcelona y Terrassa acogieron el Congreso Mundial de Escuelas de Cine. Un evento que cada dos años reúne a más de 130 escuelas de 52 países de los cinco continentes. De las opulentas instituciones de EE UU, Gran Bretaña o Francia, a modestos centros de Níger, Camerún o Singapur.
La mejor escuela de cine es hacer una película sin dinero
A todos les une un mismo objetivo: formar cineastas. Técnicos. Guionistas. Las semillas de las que saldrán obras maestras futuras. La parisina La Femis crió a autores como François Ozon (y su precursora, el Idhec, a Louis Malle, Alain Resnais o Costa Gavras). Y no hay que irse tan lejos: como la futbolística Masía, la prolífica cantera del Barça, la barcelonesa Escac también aporta al cine español a cineastas como Juan Antonio Bayona, director de El orfanato, o Mar Coll, que el año pasado, además de ganar el Goya a la mejor dirección novel, fascinó a la crítica con Tres días con la familia.
En la Graduate Film School de Nueva York se conocieron Jarmusch, DiCillo y Spike Lee. Francis Ford Coppola, Tim Robbins y Paul Schrader desfilaron por los pasillos de UCLA. En las escuelas, se supone, se aprende. Aunque hay quien dice lo contrario: "La mejor escuela de cine", decía Tarantino, "es hacer una película sin dinero. Así que... ¡guardaos vuestra pasta y empleadla en algo útil!". Pasen y lean y, cómo no, decidan ustedes mismos.
Las respuestas escolares a los que harán el cine futuro
1. ¿Para qué sirve un congreso de escuelas de cine, y qué situación vive el sector de la enseñanza?
2. ¿Hasta qué punto ha cambiado la forma de hacer cine, y qué futuro existe en este sector?
3. ¿Es muy complicado para el profesorado estar a la altura? ¿Cómo se enfrenta a tanta novedad técnica?
4. ¿Todos sus alumnos quieren ser directores de cine? ¿Cómo les orientan para cada especialidad?
5. ¿Qué necesita un joven llegado a una escuela de cine para ser un buen alumno y buen profesional?
Josep Maixenchs
ESCAC (Escola superior de cinema i audiovisuals de catalunya).
1. La demanda es máxima, pese a la crisis. Esto no es una fábrica de parados, sino un campo donde se recoge talento.
2. El cine acogerá eventos masivos, y muchas películas se verán en teléfonos u ordenadores. Soy muy optimista.
3. El profesor que no se adapte no sirve. Para eso existen seminarios y talleres de reciclaje para ser referentes.
4. El 80% sí, pero no hacen falta. Por eso mostramos la creatividad de la iluminación o de la fotografía.
5. Talento. Aquí enseñamos a conocer el oficio y sus herramientas, pero luego está lo escrito en el ADN de cada uno.
Reeves Lehman
Director de la School of visual arts de Nueva York.
1. La juventud necesita, cada vez más, contar historias. Debemos educarles y prepararles para la industria.
2. Ha cambiado, pero lo importante sigue siendo lo mismo: narrar bien y hacen sentir al público, no los efectos o el 3-D.
3. Es más difícil, pero lo primero que debemos transmitir son contenidos. La tecnología es sólo una herramienta.
4. Autoconocimiento: los alumnos deben probarlo todo para hallarse a sí mismos, y mientras son ellos los que se orientan.
5. Inteligencia. Pasión por la gente. Y capacidad de colaboración: el cine es tan arduo que se debe hacer entre muchos.
Marc Nicolas
Director de La Femis, escuela de los oficios de imagen y sonido de París.
1. Imaginamos coproducciones y ponemos en contacto a gente de países distintos, pero con intereses comunes.
2. Todo se ha acelerado. Durante un siglo, el cine se hizo de la misma forma: ahora el proceso cambió y se digitalizó.
3. También debemos ser conservadores. Enseñar que la técnica cambió, pero la forma de contar es la misma.
4. Deben empezar por el principio. Dirigir es muy difícil: no es igual hacer una película que comentarla con amigos.
5. Entender que el cine no se inventó ayer y no está aislado de las demás artes. Y que hay que ser creativo y original.
Victor Baluena
Director de la School of technology for the arts de Singapur.
1. Cine y televisión demandan más gente que nunca, y Web y móviles ofrecen más opciones de exhibición.
2. Mucho, pero hay algo fundamental: si no tienes nada que contar, da igual todos los inventos que uses.
3. Las escuelas deben asociarse, los profesores intercambiar conocimientos y aplicar soluciones globales.
4. Sí, pero se necesitan técnicos. La iluminación, el sonido, el montaje, es lo que marca la calidad de una película.
5. Estar en contacto con la cultura y, sobre todo, con la gente. Y tener la mente abierta para aprender en la escuela."
FUENTE: 20minutos.es
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