viernes, 28 de mayo de 2010

Tijeretazo' al cine: Cultura rebajará el tope de ayudas dadas en función de la taquilla

El Ministerio de Cultura ha iniciado el periodo de consultas para modificar la Ley del Cine, unos cambios que incluyen la rebaja en un 50% del máximo de ayudas a las que podrán optar las películas en función de la taquilla que consigan. Antes, una película podría llegar a conseguir un máximo de 2 millones de euros y ahora será de 1,5 millones

El texto modificado contempla que el tope máximo de ayudas por ese concepto baje de 800.000 a 400.000 euros, lo que afectaría a las películas "supertaquilleras", según explicó el director general del Instituto de Cinematografía y Artes Audiovisuales (ICAA), Ignasi Guardans.

Explicó que de forma global, una película con el sistema anterior podría llegar a conseguir un máximo de 2 millones de euros, mientras que ahora será de 1,5 millones. En cualquier caso, se mantiene que las ayudas que reciba una película nunca podrán superar el 50% de su coste.

Otro cambio en el texto, obligado por la Comisión Europea, contempla la concesión de un nuevo certificado de obra cultural. Un certificado que deberán pedir las películas que vayan a obtener ayudas automáticas, es decir, las que se conceden sin tener en cuenta su contenido.

Éste no se exigirá a las películas que sí opten a ayudas en función de su contenido, que son las coproducciones internacionales y los filmes que puedan recibir ayudas sobre proyecto.

Fechas y plazos

Estas modificaciones están en este momento en consultas con el sector, pero la intención de Cultura es que se aprueben "en unas semanas". La intención de Cultura es que las modificaciones se aprueben "en unas semanas"

Respecto a las fechas de aplicación, aunque se mantiene el 1 de octubre como fecha general para que empiece a aplicarse el sistema de ayudas, los productores que quieran podrán acogerse al nuevo texto a partir del 1 de julio.

La rebaja en las subvenciones es "absolutamente asumible" por la industria cinematográfica, consideró el presidente de la Federación de Productores Audiovisuales (FAPAE), Pedro Pérez, quien coincidió con Guardans en que el recorte afectará sólo a las películas más taquilleras.

"El mundo del cine y de la producción no puede estar al margen de la situación económica y es lógico que tenga que apretarse el cinturón, como está sucediendo en otros sectores, señaló Pérez.


FUENTE: 20Minutos.es

miércoles, 26 de mayo de 2010

Así se hace una producción audiovisual.

Os dejo uno de los documentales realizados en la 2º Evaluación de PCV Vespertino:
(mejor que lo visualiceis en Youtube, al ser panorámico aqui sale recortado)



viernes, 21 de mayo de 2010

Atrezo antiguo: alquilando el pasado

Os dejo una noticia interesante aparecida en 20minutos.es:



Antes de leer este reportaje, levántese y pasee por su casa o su oficina. Fíjese en los objetos, por pequeños que sean. Aún le pediremos que haga un ejercicio de imaginación: si su casa u oficina fueran un plató de cine ambientado en el Siglo XV… ¿quién habría puesto allí esas cosas?

Pues empresas que se dedican a surtir a las series de televisión, producciones cinematográficas o publicitarias de objetos de antaño, de mil y un objetos de época, desde un aparador alemán con varios cientos de años, hasta una taza de váter como las que se usaban hace medio siglo.

Vázquez Hermanos es una de las pocas empresas de alquiler de muebles y atrezo antiguo que quedan en España, hace más 140 años, en 1870, el bisabuelo de los actuales gestores comenzó a alquilar piezas de su tienda de antigüedades para producciones operísticas o teatrales.

Entre piezas reales y figuradas, pueden reproducir un ambiente de cinco siglos de antigüedad

Desde entonces, cinco generaciones de Vázquez han trabajado en el alquiler de atrezo antiguo, y han visto cómo sus muebles y objetos aparecían en las primeras y más importantes películas del cine (un medio más joven que su empresa) y después, en la televisión.

Sus almacenes, ubicados ahora en la madrileña localidad de Arganda del Rey, cobijan decenas de miles de piezas de mobiliario y pequeño atrezo, amén de una completa armería de época. Entre piezas reales y figuradas, pueden reproducir un escenario con estilos de hasta cinco siglos de antigüedad.

El origen de las piezas es diverso y variopinto: Desde muebles que han estado en la empresa desde hace un siglo, hasta donaciones, reproducciones hechas ex profeso para un rodaje, o incluso, los juguetes viejos de los niños de la familia Vázquez.

Aunque sea difícil de reconocer, hemos visto su trabajo en películas desde el cine mudo de La verbena de la Paloma (1921), pasando por el cine español más clásico, como Bienvenido Mr. Marshall (1952) o producciones internacionales rodadas en nuestro país, como Doctor Zhivago (1965) o Patton (1969). Clint Eastwood y el cine del spaghetti western se sentaron en sus butacas, y con sus objetos en pantalla se rodaron Por un puñado de dólares (1964) o El bueno, el feo y el malo (1965).

Según datos de Vázquez y Hermanos, han trabajado además en el 55% de las producciones audiovisuales producidas en España en los últimos 30 años, incluidas algunas más actuales como Indiana Jones y la última cruzada o Los Otros.

Allí se podría ir al retrete al estilo de varias épocas o hacerse enterrar en ataúdes de ayer y hoy

Pasear por los almacenes de esta empresa es hacerlo como por un túnel del tiempo entre caótico y ordenado, en el que se mezclan en perfecta formación sillas estilo Luis XVI con sillones de skay de los años 60. Mobiliario y objetos que ambientan series como La Señora, Águila Roja o Cuéntame cómo pasó, y que han salido de aquí.

Ordenados en pasillos laberínticos hay cualquier objeto que se pueda imaginar, de multitud de épocas diferentes. Allí se podría ir al retrete al estilo de varias épocas, cocinar en antiguos hornos metálicos o en cocinas de colorida formica, o por qué no, hacerse enterrar en ataúdes de ayer y hoy.

Vázquez Hermanos es una empresa familiar, lo que no sólo se demuestra en la gestión. Enrique Vázquez, explica que cuando era niño “mis padres se llevaban cosas de nuestra casa porque hacían falta para algún rodaje”. Otra anécdota familiar: la del disgusto de la abuela, cuando en una película vio una escena de sexo que se rodaba en la que fuera su cama de matrimonio.

La armería es un mundo aparte. Allí se amontonan espadas de todo tipo y condición, que se alinean junto a fusiles figurados de la Guerra Civil, arcos, armaduras medievales, lanzas y escudos africanos, trabucos de los de Curro Jiménez o centenares de cascos de soldado de los tercios, como los que se podían ver en Alatriste.

Objetos atrayentes y misteriosos, con más historia que la que le da su propia antigüedad, y parte de mil historias. Quizá sea esa magia la que hace que algunos directores y actores se encaprichen de algunos objetos, o la que hace que en algunos rodajes hayan desaparecido hasta muebles enteros. Gajes del oficio.

Moverse en coches clásicos

Pero no sólo hay que llenar de historia los escenarios fijos, como las estancias en las que se desarrollan las historias. Los personajes se mueven, y lo hacen en muchas ocasiones, en automóvil.

Iñigo Abril fundó Clásicos Sidecar en 1994, cuando su Vespa con sidecar se usó para promocionar la película Cuatro Bodas y un funeral. Dieciséis años después 180 coches y 200 motos sirven para ambientar producciones de todo tipo y época.

A veces nos piden coches gemelos, uno para rodar, y el otro para estrellarlo o hacerlo explotar

En esta empresa, que además de alquilar vehículos de época los conserva, traslada y almacena para particulares, también hay un carácter familiar. De hecho, una de los coches preferidos de Abril es un Oldsmobile de 1967, matriculado por su abuelo en el mismo año y día en que nació él.

Han dado gas a los motores de sus vehículos actores como John Malkovich o Terry Gilliam o Amaia Salamanca o personalidades como Zidane o Cristiano Ronaldo, rodando anuncios.

Los suyos son vehículos para rodaje, lo que implica, que, “si hay que cortarlos por la mitad, se cortan” o que cambien de color constantemente como inmensos camaleones metálicos. “A veces nos piden coches gemelos, uno para rodar, y el otro para estrellarlo o hacerlo explotar”, cuenta abril, que consigue los modelos “gracias a mi afición a los coches antiguos”.

En uno de los garajes en que se guardan los vehículos reposan viejos utilitarios estadounidenses de los sesenta, junto a un Seat 1500 de la Policía Nacional, “de cuando los grises”, un viejo utilitario Renault 4/4 del 59 o un Jaguar XJS v12.

Alquilar el pasado, una forma diferente de conservar y revivir el pasado. Los Vázquez y Abril coinciden en una cosa: la ilusión de ver sus piezas en pantalla, formando parte de la historia. De las dos, de la de los libros y la de la ficción.

viernes, 7 de mayo de 2010

El 40% de las películas españolas no se estrenan en cines o tienen menos de 100 espectadores

A raíz de algunas cosas que hemos estado comentando en PCV en las últimas clases he encontrado este artículo que os puede interesar:

"Mucho cine y pocas nueces
. La industria española rodó 173 películas en el 2008. En las mesas de las productoras esperan hasta 100 producciones de los últimos tiempos que no se han estrenado o que han registrado menos de 100 espectadores.

La culpa está muy repartida. Desde la gran cantidad de subvenciones que reciben desde el Gobierno central, autonomías y televisiones (públicas y privadas), pasando por la actitud de los propios profesionales del sector. Desde una parte de la industria se echa la culpa a los españoles. Piensan que los ciudadanos de nuestro país tenemos prejuicios contra las producciones autóctonas. Es curioso que ni siquiera se plantean que sus películas puedan tener algo que ver. Son tan miopes que no ven como algunas producciones españolas triunfan porque ofrecen cine de calidad o simplemente tienen ese punto comercial que gusta al espectador.

La realidad es que el problema se agrava cuando se ruedan tantas películas de nulo interés para un mercado con pocas salas y sobre todo, para tan ínfima cantidad de público. El sistema de ayudas oficiales estipula que cada película tiene derecho a recibir un 15% de la taquilla y el 33% de la inversión del productor. Por si esto fuera poco, también cuenta con las ayudas autonómicas y de la TV, cantidad que se cifró en 203 millones de euros durante el año 2008. Con todo, la ley dice que la inversión de organismos oficiales no debe superar el 50% de los costes de la película. El problema, como siempre, es que este dinero sale directamente de nuestros bolsillos. De los impuestos que pagamos religiosamente al Estado. Un dinero que debería emplear en mejorar la calidad de vida de todos los ciudadanos y no de unos pocos productores.


La pregunta es, ¿debemos asumir nosotros los costes de productos que en la mayoría de casos no van a ver la luz? La actitud de los profesionales del sector es tajante. Por lo visto, todos los directores (por poco mediáticos que sean) se empecinan en hacer una película con horizontes de éxito rotundo. Pedro Pérez, presidente de la Federación de Asociación de Productores Audiovisuales de España (FAPAE) ha dicho “no me he encontrado ni un solo director, ni un solo productor que piense que la suya no va a tener éxito“. Así es como el balance del pasado 2008 llega a 173 largometrajes realizados, de los que 24 han registrado menos de 100 espectadores y 46 han quedado sin estrenar.

Pero no hablamos solo de películas de baja estofa. “Manolete“, una película que contó con Adrien Brody y Penélope Cruz como protagonistas, todavía no se ha estrenado. Y eso que se grabó en 2006. Los problemas entre técnicos y productor han puesto los palos en las ruedas. Por otro lado, está aquél tópico sobre los españoles, poco fieles a las producciones que se hacen en su país.

Antes de entrar a valorar si el cine es bueno o no, cabe echar un vistazo a los datos que nos diferencian de Estados Unidos. Y es que en el país americano se ve el cine autóctono en un 91,5%, mientras que en España la cuota no llega al 13,3%. En Francia, para no ir tan lejos, es el 45,4% de espectadores el que prefiere la producción de sus paisanos. Y eso lo saben nuestros cineastas. El mismo Pedro Pérez hace autocrítica y deduce que “el cine que producimos no conecta con el que quiere la gente”, pero también le echa la culpa a algunos medios de comunicación que según él han hecho campaña para criticar la opinión de los personajes más mediáticos de nuestro cine. Lo cierto es que sus opiniones acerca de las descargas a través de Internet no ayudan en absoluto.

En cualquier caso, una cuestión queda clara. Se producen demasiadas películas para las pocas butacas que tienen nuestros cines y el mínimo interés que despiertan los creadores. Habrá que ver si el problema son los escrúpulos a la hora de adjudicar subvenciones a todas las películas y si conviene poner un filtro cualitativo a las producciones. ¿Pero quién es capaz de mover esa estricta vara de medir?"

Fotos de: Paloma+Luismi y codac / Vía: El País

Publicado por Cecilia Hill el 28 de Mayo del 2009